miércoles, 15 de febrero de 2012

Puedo escribir los versos más tristes, pero no hoy.

Feliz San Valentín (con retraso) a todas y a todos.
Tras un período de estabilidad y antiestrés, aquí sigo con mis propósitos de después de exámenes, que para mi es más importante que los propósitos de año nuevo, sin duda, ya que éstos sí que intento cumplirlos.
El número 1 probablemente sea seguir mi nuevo lema, desplazando mi anterior lema de vida y habiendo llegado a una escala muy superior de valores.
El número 2 parece que es mirarme igual, mejor o peor, aprendiendo a vivir a cada instante sin tener cerca físicamente a aquello que me hizo cambiar de repente, sin posibilidad de volver atrás en el tiempo. Aquí estoy, aquí y ahora, en mi lugar. Desde el segundo 0 de mi existencia "vida en vida" decido embarcarme en este viaje de ida, pero jamás de vuelta.
Espero poder seguir valorando las mismas cosas, escuchando las mismas canciones, mirándome a través de un espejo menos distorsionado o de unos ojos que no estén ciegos. Supongo que, simplemente, deseo ser la misma persona que nunca he sido.
Prometo desde un instante nunca elegido dedicarte cada mañana las palabras más bonitas y el sentimiento más sincero, por supuesto, sin ser yo la que lo fuerce, sin ser yo la que realmente desee hacerlo, solamente, dejándome llevar y respirándote, echando de menos la forma que tienes de hacerme  sentir diferente, especial y, perdón por el insulto: Perfecta.
Bueno, creo que últimamente ando un poco escasa de inspiración, supongo que todo será por mi nueva vivienda a modo rascacielos sin ático, y nada esto me recuerda al poema número 20 de Pablo Neruda que seguramente me haga compañía en los próximos 3 o 4 infiernos, y aún podría ser peor si a esto le añadiéramos un problema matemático, un laberinto de espejos y la historia de España, por ejemplo.
Imagen de introspección desorientada, pensando si desde la misma posición que yo y con la misma dirección e intención llegaremos al mismo punto, preguntándome si llegaremos a encontrarnos algún día. Deseando clavar mi mirada descarada en tus ojos, sorprendiéndome al comprobar que tú estás haciendo lo mismo y que jamás te cansarías de descansar en mi.
***
Puedo escribir los versos más tristes esta noche- Pablo Neruda:

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Escribir, por ejemplo: "La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos."

El viento de la noche gira en el cielo y canta.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.

En las noches como esta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.

Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.

Oir la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.

Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche esta estrellada y ella no está conmigo.

Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.

La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.

Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.

De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.

Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.

Porque en noches como esta la tuve entre mis brazos,
mi alma no se contenta con haberla perdido.

Aunque este sea el ultimo dolor que ella me causa,
y estos sean los ultimos versos que yo le escribo.

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