domingo, 4 de marzo de 2012

La bailarina im-perfecta.

Por algún motivo tenía que continuar, se sentía totalmente obligada, sin lugar a dudas, bueno, en algún momento dudaba, pero era circunstancial, nada importante. Se veía atacada por sus pensamientos, con la pistola en la sien: "hazlo" o "no lo hagas", según lo miréis, señoras y señores. Quería cambiar, lo deseaba, era lo único que realmente anhelaba desde hacía un tiempo, de hecho, ahora más que nunca y, tal vez, actualmente sea en serio, sí, sí, de verdad, proponerse algo para cumplirlo cien por cien, pero ¿es eso posible? Esa pregunta conseguía destrozarle la vida, se cuestionaba cada instante que pasaba, se preguntaba los por qués de todo lo que sucedía, los para qués de todo lo que hacía, ya nada tenía sentido o bueno, tal vez todo, ya sabéis, viene siendo lo mismo, pero a la inversa.

Sinceramente, era un propósito difícil de cumplir, ya había fallado miles de veces en el intento, sin embargo, no había fracasado ninguna de ellas. Se mantenía firme, constante, perfecta. Mírala, sigue siendo preciosa, sus ojos siguen brillando como si no hubiera pasado nada, fingiendo. La verdad es que es totalmente admirable, a veces, incluso diría que ya ni finge. Es capaz de todo menos de reconocerse, va caminando hacia adelante, mirando continuamente hacia atrás; ciega. Utiliza todos los sentidos, menos la vista. Lleva el corazón en la mano izquierda y con la derecha intenta taparlo, ocultarlo, defenderlo como sea posible. Así es ella, imperfecta, decir que es perfecta, sería un insulto.


By Loim.

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