miércoles, 21 de marzo de 2012

By Loim.

Punto máximo de despersonalización y desrealización ansiosa, se veía venir. ¿Quién es ella?
De repente una chica de ojos grandes decide clavar su mirada en ti, atentamente, sin quitártelos de encima, para colmo se mueve exactamente igual que tú, ¿qué pretende? ¿para qué lo hace?

Dos chicas iguales.

Una de ellas te trata con mucho cariño, reconoce que eres frágil, algo débil por momentos, como una muñequita de cristal. Esa parte lleva consigo colores pastel, recuerdos de lugares preciosos, una sonrisa nunca acabada y música que provoca orgasmos para tus oídos.

La otra, en cambio, te recuerda que eres más fuerte de lo que crees o de lo que quieres creer; te sonríe desdobladamente, con cierta maldad o picardía y remarca tus errores. Esta señorita se hace respetar, es elegante, le gustan los lugares oscuros, colores llamativos y sería ella misma la que te provocaría los orgasmos.

La misma mirada reflejando polos opuestos que inevitablemente significan lo mismo.
By Loim.

4 comentarios:

  1. Inevitablemente, es como un imán, dos lados, dos polos pero un solo cuerpo.

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  2. Sí, tan inevitable como la lucha interna y eterna que conlleva tener en uno/a mismo/a el día y la noche... habrá que aprender a comprenderse...
    Un saludo!

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  3. El día es día y la noche es noche. Pero recuerda que siempre habrá una noche después de un día y un día después de una noche.

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  4. Por supuesto, todo va unido y una cosa forma parte de la otra, como siempre digo, al final es la misma cara, pero opuesta, de la misma moneda.
    Gracias por comentar :)

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