Volviendo atrás de alguna forma, o de muchas. Sintiendo lo mismo una y otra vez, circularidad eterna y cerrada, sin escapatoria.
Reencontrando la parte de mi que tanto me gusta, a ritmo acelerado, por supuesto, y a dos bandas, como siempre. Mirada penetrante, algo perdida, buscando un lugar o alguien a quien mirar, he perdido el norte... pero he ganado el sur, ¿no?
Creo que mi única conclusión a día de hoy es mi irremediable goce ante una regresión irreal, tal vez sólo producida en mi mente, digo tal vez porque duele afirmar semejante negación. Lo haré ahora pues: no es real. ¿Para qué sirve decir algo que ni siquiera sientes ni piensas cumplir?
Pensamientos repetitivos en mi mente, el bien y el mal amándose de forma totalmente clandestina en mi cabeza, confundiéndome, haciéndome creer que son enemigos cuando realmente se necesitan y van claramente unidos.
Nunca he sabido nada sobre el por qué de mis acciones, ni de mis palabras y muchísimo menos de mis pensamientos, sin embargo, eso ahora ya no importa en absoluto, en estos momentos, aquí y ahora, sólo pretendo seguir sumergida en mi egocentrismo, disfrutando de ello, intentando observar los sentimientos que me llevan a ser quien creo ser.
Es increíble que el corazón te esté gritando y no seas capaz de escucharlo, tan increíble como la capacidad que tenemos para evitar ver que no queremos verlo o no queremos vernos...
The Promise
By Loim.
No hay comentarios:
Publicar un comentario